lunes, 30 de agosto de 2010

Tema: PARA TENER COMPAÑIA DEBO CONOCER A MI COMPAÑERA SOLEDAD.


Vamos a descubrir la trampa de la huida: Cuando trabajamos innecesariamente más de la cuenta; cuando no trabajamos para servir; cuando somos adictos al trabajo, al sexo o a la religión; a veces nosotros llenamos nuestros vacíos de oraciones. Si lleno mi vacío de una oración genuina del corazón seguramente no tendría que decir mil padre nuestros, con uno solo sería suficiente. Pero llenamos nuestro vacío de comida, de oraciones, de dinero, de trabajo, de actividad, de movimiento externo, y cuando estamos buscando eso, es porque estamos vacíos de nosotros; ese es un momento para buscar la soledad.Pero también podemos llenar la soledad de soledades, no se trata de eso tampoco; no se trata de que tenga que sacar tres meses para llenar mi vacío con más soledades. No son soledades en plural, la soledad es singular; hay una soledad que no depende del contexto exterior y es la soledad del corazón. En esa soledad del corazón yo siempre estoy conmigo, así real y genuinamente puedo estar también contigo.Si no estoy conmigo, jamás aunque lo pretenda puedo estar genuinamente contigo; te puedo hacer el amor, puedo compartir contigo mi dinero, pero no estoy contigo, por más íntima que sea la relación; será una relación que me va a generar más vacío. Todas las relaciones generan un profundo vacío sino parten de un común denominador, eso es que antes me debo relacionarme conmigo mismo, antes estoy conmigo. Cuando estoy conmigo, ya ninguna relación puede llegar al vacío porque es una relación que se construye desde adentro.No podemos construir ninguna relación genuina sino tenemos momentos de soledad, de descubrimiento interior, de contacto íntimo con nuestra esencia. La soledad es estar con nosotros mismos, cuando estamos con nosotros nunca estamos solos. No temamos a la soledad porque son momentos de descubrimiento y confrontación interior que enriquecen nuestra vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario